Bueno, hoy no os voy a contar nada de famosos, ni belleza ni nada de eso. Hoy os voy a contar unas REFLEXIONES propias, y me gustaría mucho que las leyérais y que comentaráis. ; P
Bueno, pues hoy por la tarde fui al Aquapark de Cerceda (ya hacía cinco años que no iba)
y estaba todo el centro lleno de gente. Mi familia y yo estábamos buscando un sitio donde
situarnos porque en la entrada y sus alrededores no cabía ni un alma.
Encontramos sitio al suroeste, enfrente de la piscina (nº 12) pinchad la imagen para aumentarla.
Dejamos las toallas y los bolsos y nos dispusimos a ir a disfrutar de las numerosas opciones
del lugar cuando, enfrente nuestra se escuchan sollozos y gritos chillando "Socorro, socorro"
con angustia.La gente comienza a acercarse para ver lo que sucede y entonces vi a una mujer
que lloraba desesperadamente cerca del cuerpo de un niño de unos 2 años que yace en el
suelo sin dar la más mínima señal de vida.
El supuesto padre del niño coge al pequeño y o mueve para todos lados, le golpea el pecho
angustiado, mientras, unas niñas de la familia se alejan hasta dónde estaba yo, gritando y
llorando como unas locas. Al preguntarle que pasa me cuenta, entre sollozos, que al niño
le dolía la cabeza y que de repente se quedó paralizado, y dejó de respirar. Mientras otra
muchacha de la familia grita "Se muere, se muere". La gente se acerca y pequeño grupo de
jóvenes se avalanchan ladera arriba como locos intentando llegar al puesto de salvamento
que está al otro lado del aquapark ( imagen 5). Los familiares le piden ayuda al socorrista
y este sin inmutarse le responde que lo lleven a enfermería varías veces sin mostrar el
mínimo rasgo de preocupación por el crío.
La ayuda no llega, el socorrista ni se inmuta, la familia se desespera, el niño no responde, y
la gente se apila alrededor de la familia sin saber que hacer pero dispuestos a ayudar en
lo que sea posible. Yo ya me estaba poniendo mala...
Entonces surge un rayo de luz, y con el la esperanza, un hombre de unos 45 años, pelo
canoso y bañador azul, se hace sitio entre el montón de gente, apartando a todo el
que se le pone en su camino. Era un médico, un cliente del parque que por suerte era
médico y que al oir que el niño no respiraba corrió a salvar una vida. Me acerqué a ver lo
que pasaba.La madre estaba tendida en el suelo, llorando como una loca, y el padre golpeaba
la espalda de su hijo sin éxito. El médico cogió al niño y le golpeó, entonces, volvió a respirar.
Luego el padre y el médico llevaron al bebé hasta el puesto de enfermería mientras la familia
se recuperaba del susto y un grupo de gente le echaba en cara al socorrista su poca ayuda.
Tiempo más tarde llegó una ambulancia y un helicóptero. Un montón de médicos se
amontonaban, y la gente también. Parece ser que el niño ya estaba mejor.
YO, FRANCAMENTE, LE METÍA UNA PATADA AL SOCORRISTA
EN SUS PARTES BAJAS QUE LO IBA A DEJAR ESTÉRIL DE POR
VIDA AL MUY ******.
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